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Casa Archer
Desde 1877
En 1877, el posadero James Archer terminó la construcción de lo que iría a ser uno de los monumentos más notables de Northfield por casi el próximo siglo y medio—la Casa Archer. Desde su construcción hasta su cierre en 2020, siguió siendo una marca de nuestra ciudad y un destino para muchos visitantes. Era un lugar donde lxs padres de Carleton y St. Olaf se hospedaban cuando visitaban a sus estudiantes, lxs viajerxs buscaban una verdadera experiencia de Northfield, o viejos amigos se quedaron en su ciudad natal. A través de una serie de propietarios y nombres, esa visión fue valorada.
El edificio de la Casa Archer tenía un largo período de estabilidad en su posesión para mucho del siglo XX. Tras el breve cambio de nombre del Hotel Manawa al Hotel Ball, el espacio fue comprado por G.R. Stuart en 1912, quien lo redesignó como Hotel Stuart, su nombre por mucho tiempo y el que mantendría hasta 1981, cuando el hotel finalmente recuperó su título histórico: la Casa Archer. Y además de la recuperación de su nombre, bajo la dirección del nuevo revelador Dallas Haas, también recuperó su patrimonio. La propiedad había estado decayendo lentamente durante las últimas décadas, hasta el punto de que cuando Haas la heredó, aunque el hotel todavía estaba en funcionamiento, el tiempo estaba pasando factura a la Casa Archer. Sólo alrededor de dos tercios de sus habitaciones estaban en servicio. Pero Haas tuvo una visión que preservaba la antigüedad y el legado del edificio.
En 2011, una renovación de 21 meses y 1,1 millones de dólares fue completada. Al igual que Haas antes que ellos, el equipo directivo buscó preservar y reintegrar la historia del espacio, y al mismo tiempo modernizar algunas características del edificio antiguo. Un evento fue organizado para conmemorar la culminación de estos mejoramientos. Seis años después, cuando la Casa Archer celebró su 140 aniversario, se encontraba “en uno de los momentos más saludables de su existencia”, según un artículo de Northfield News de 2017. Este capítulo, sin embargo, llegó a un fin tan rápido. En julio de 2019, un incendio comenzó en la cocina de un restaurante, Chapati, en el piso inferior de la Casa Archer. Estos daños no fueron irreversibles, pero el cierre resultante del incendio se prolongó aún más después de la aparición de la pandemia el marzo siguiente. Luego, en noviembre de 2020, sucedió lo peor. Un segundo incendio ocurrió, esta vez en la cocina del restaurante Smoqehouse, y las llamas escaparon del primer piso y subieron por el edificio. Humo salió por las ventanas mientras los bomberos llegaron al lugar. Pero esta vez poco fue posible hacer para salvar lo que quedaba del edificio histórico. La demolición empezó en enero de 2022 y hoy la finca está vacía.
Pero la propiedad de la Casa Archer no está destinada a permanecer vacía para siempre. Una propuesta para un nuevo desarrollo en la finca ha pasado por múltiples rondas de aprobación del consejo municipal. Se remonta al nombre histórico y al diseño de ladrillo, mientras adquiere un aspecto más moderno.